viernes, septiembre 23, 2011

COMUNICAR: MUCHO MAS QUE LAS PALABRAS


Muchas de las situaciones que no hemos podido manejar bien o nos han traído malestar, tienen en el trasfondo problemas de comunicación. La mayoría de los problemas familiares, de pareja, profesionales tienen que ver con esto.

Los seres humanos estamos interconectados y la comunicación es un vehículo para establecer esta interconexión. Por eso, este tema es inagotable y no pierde vigencia. Hay que mirarlo una y otra vez, porque quien maneja el arte de la comunicación, maneja un recurso valioso para su vida y para sus relaciones con los demás.
 
En una de las teorías más importantes de la comunicación, el Análisis Transaccional, a la acción de comunicarse se le llama TRANSACCIÓN porque toda comunicación es un intercambio de ideas, códigos y símbolos que nos llevan a negociar nuestro punto de vista.

Cuando hablo de comunicación en este artículo, me refiero a un hecho que va más allá de las palabras que decimos. Hasta tu ropa, tu casa, tu apariencia, lo que comes, lo que llama tu atención transmite algo. Es imposible dejar de comunicar o comunicarse. 

Nos comunicamos a través de los llamados "Estados del Yo" -para aquellos que desconocen de estos estados pueden encontrar información sobre ellos en el artículo con ese nombre, que se publicó anteriormente en este blog, puedes leerlo entrado a este vínculo "http://marthabeatovivir.blogspot.com/2011/05/los-estados-del-yo-si-cambio-yo-cambia.html-

Según esta teoría cuando comunicamos,  la reacción de quien recibe el mensaje va a depender, en gran medida del Estado del Yo desde el cual lo enviemos y dependiendo de esto hay cuatro tipo de resultados básicos posibles.

En un primer caso, está lo que se llamaría una COMUNICACIÓN COMPLEMENTARIA, las personas sienten que la comunicación fluye en la cual el mensaje que enviamos obtiene la respuesta que estábamos esperando. Cuando pasa lo contrario y el resultado no es el que pensábamos,  la comunicación se interrumpe, toma otro rumbo o pasa a una discusión. Esto es una COMUNICACIÓN CRUZADA. 

Hay un tercer grupo llamadas ULTERIORES que son las que implican el doble sentido o las indirectas. Por ejemplo, cuando enviamos un mensaje con una dosis de sarcasmo o ironía. El receptor del mensaje, en algún nivel, quizá subconsciente, percibe hay algo raro -aún cuando no pueda llamarlo por su nombre- y esto puede dar lugar a situaciones que luego no podamos manejar.

Por ultimo están las de HORCA, que son las más peligrosas debido a que refuerzan conductas negativas de la otra persona. Por ejemplo:

Una mujer le dice a otra: -Ayer le di una pela a mi hija María Rosa, porque dijo una mala palabra.
Respuesta: -¡Bien hecho! Es que si no, no aprenden nunca...

Otro tipo de comunicación que quiero mencionar, que es la COMUNICACIÓN FALSA. Es cuando, por evitar un conflicto, o por complacer, decimos algo que no es lo que verdaderamente pensamos o sentimos. Con este tipo de comunicación no se logra avanzar en una relación.

El resultado de la comunicación es lo que lo se entendió. Por lo tanto, de lo que tú comunicas, lo importante es lo que el otro percibe, dado que la percepción es más fuerte que la realidad porque tiene resonancia en otros niveles más profundos. De hecho, según estudios realizados, sólo el 7% de lo que comunicas está contenido en lo que dices y el 93% restante está en el “cómo” lo dices -gestos, tono, lenguaje corporal-. Entonces, una manera de medir los posibles resultados de lo que comunicas, o entender porqué obtuviste tal o cual reacción del otro, es saber desde qué sentimiento lo hiciste.

Te propongo recordar de estos últimos meses, aquellas situaciones en las que algo terminó mal y pregúntate si comunicaste desde la rabia, el dolor, el ego, el resentimiento o el miedo. No estoy diciendo que no podemos comunicar desde esos lugares, porque esto es LA VIDA, y esos sentimientos son parte ella. A lo que me refiero es que quizás si puedes distinguir desde dónde lo estás haciendo, puedas asumir mejor los resultados obtenidos. Observa que cuando comunicas desde la alegría, el amor, el entusiasmo, generas una energía contagiosa que aumenta las posibilidades de que el retorno sea en esa misma dirección.


A través de este artículo yo no te estoy invitando a una comunicación complaciente o que estés de acuerdo con todo el mundo, pero si a que cuando comuniques aunque sea para disentir siempre busques llenar una necesidad fundamental en los seres humanos que es la de sentirse acogido porque si haces esto, estás pago.

Terminaré esta publicación, mencionando someramente -para encender la curiosidad- una forma aún más profunda, y para mí bastante efectiva, de comunicarse, sobre todo con aquellas personas a las que tus palabras no le pueden llegar, porque están lejos, porque están enojados, o simplemente ya no están. Si por x o por y no puedes comunicarte con esa persona físicamente siempre puedes encontrar la forma de comunicarte con su alma… Es cuanto diré y aquí lo dejo. Háblale a su alma y verás que algo pasa...

MUCHA LUZ

lunes, septiembre 19, 2011

CARTA: "¿Cómo se puede mejorar la comunicación en la familia?"

Querida Martha: 

En nuestra familia (padre e hijos) durante la niñez, adolescencia y juventud, la comunicación y las expresiones de afecto fueron casi cero, ¿Cómo se pueden mejorar estos aspectos entre la misma familia después de adultos? 

RESPUESTA:
El toque físico tiene un valor de supervivencia para los seres humanos. Durante los primeros años de vida el niño necesita ser tocado y acariciado en forma positiva para poder quedarse vivo y desarrollarse mentalmente. Luego las caricias físicas o verbales serán absolutamente necesarias para nuestra salud mental y nuestra nutrición emocional.

Son muchas las investigaciones y los casos agradables que nos demuestran el poder de las caricias en la recuperación y curación de grandes males. El que tenga duda sobre sus afectos, que recuerde alguna vez en que una expresión de afecto o un buen abrazo le alegraron la vida. Al que se le haga difícil acariciar o dejarse acariciar, le recomiendo que aprenda a hacerlo y verá de lo que se estaba perdiendo y de lo que está privando a otros.La familia está llamada a ser la escuela donde se aprende el valor de un beso, un abrazo, una palmadita, un masaje en los pies o una pasada de mano por la cabeza. También en ella deberíamos aprender a decirnos cuánto nos queremos, cuánta falta nos hacemos o cuán importante son para nosotros nuestros seres queridos. 

Si provienes de una familia donde hubo ausencia de caricias y muy poca comunicación, ahora de adulto se te va a hacer difícil demostrar su afecto... Pero no imposible ¡Vale la pena intentarlo! Te sugiero que empieces con pequeños cambios tales como agradecer favores, llevar un presente a alguien y decirle que te acordaste de él o ella cuando lo viste y por eso se lo compraste, llamadas para preguntar por la salud de sus allegados, o para felicitarlos por algo bueno que les pasara. También puedes propiciar conversaciones sobre temas de actualidad, con el objetivo de que se acostumbren a hablarse. Luego puedes progresar propiciando más acercamiento, saludando con abrazos, invitando a la familia a almorzar o cenar a su casa, auspiciando que se junten para jugar dominó, cartas o algo parecido.Verás como ese acercamiento mejorará mucho el déficit de cariño y comunicación que ahora existe. Quizás no llegue al ideal, pero te sentirás mucho más satisfecho que ahora. De seguro que ellos te lo agradecerán aunque no te lo digan. Una cosa si te recomiendo de manera especial con tu familia actual (si la tienes): Empieza temprano a dar y recibir caricias físicas, verbales y simbólicas positivas. Roberto Shinyashyki han escrito un libro maravilloso que te ayudará, se llama "La Caricia Esencial" del Editorial Norma, te lo recomiendo.

Mucha Luz